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¿Es confiable la ortodoxia?
¿Es infalible?
¿Es completamente segura?
¿Debe ser tomada como la última y mejor palabra?

La respuesta corta es: No.

La ortodoxia no es infalible ni es la última palabra.
La única "norma que no puede ser normada" es la Escritura.


Pero rechazar la ortodoxia por completo tiene sus peligros, y aceptarla ciegamente tiene otros.


1. ¿Es infalible?​

Absolutamente no.
Solo la Palabra de Dios (las Escrituras) se considera infalible e inerrante.
  • La Ortodoxia es humana: Es el consenso de hombres falibles (concilios, teólogos, pastores) tratando de interpretar una verdad divina.
  • Historia de errores: La "ortodoxia" institucional en varios momentos de la historia mantuvo errores graves (como la venta de indulgencias, la defensa de la esclavitud, o la persecución violenta de disidentes). Si la ortodoxia fuera infalible, la Reforma Protestante habría sido un error.

2. ¿Es confiable y segura?​

Es confiable como "mapa", pero no como "territorio".
Imagina que la Biblia es el territorio real.
La ortodoxia es el mapa que han dibujado miles de exploradores durante 2000 años.

  • Su valor: La ortodoxia deviene de la historia y en cierta forma funciona como una barrera de contención para no caer en herejías viejas que ya fueron refutadas como el arrianismo o el gnosticismo.
  • Su peligro: Pero a veces el mapa puede estar mal dibujado. Como vamos a ver con el tema del "alma inmortal", a veces la ortodoxia adoptó la filosofía griega y la mezcló con la Biblia. Si confiamos ciegamente en el mapa, podemos terminar creyendo en Platón en lugar de creer en Pablo.

3. ¿Debe ser tomada como la última y mejor palabra?​

Nunca. En teología existe una distinción técnica fundamental:
  • Norma Normans (La norma que norma): La Biblia. Es la vara de medir suprema.
  • Norma Normata (La norma que es normada): La Ortodoxia (credos, confesiones, concilios). Tienen autoridad, pero siempre están sujetos a corrección por la Biblia.
Si descubrimos que la Escritura dice "A" y la Ortodoxia dice "B", el deber del cristiano es seguir "A" y corregir "B".
La ortodoxia es reformable; la Biblia no.

4. El peligro (Nuda Scriptura)​

El otro extremo es que si descartamos la ortodoxia por completo, podemos caer en lo que se llama Nuda Scriptura, Escritura desnuda.
Un ejemplo de esto son los Testigos de Jehová o Mormones que nacieron de personas que descartaron completamente la ortodoxia y al hacerlo sin el consejo de la historia, reinventaron el arrianismo y el politeísmo.
La ortodoxia puede estar en la verdad pero puede no estarlo.
Debemos usar la ortodoxia como consultor, no como dictador.
Por lo general, la ortodoxia se apoya en razones fuertes para establecer lo establecido pero las escrituras mantienen su autoridad final.
No debemos tener miedo en revisarla a la luz de las escrituras porque la revelación es progresiva.
Si vemos que un dogma "ortodoxo", como la inmortalidad inherente del alma, no se sostiene ante una exégesis bíblica rigurosa, nuestra lealtad deberá alinearse con el texto sagrado y no con la tradición.

Si una doctrina necesita que "no leas mucho" ciertos versículos para sostenerse, entonces no es ortodoxia bíblica, es tradición humana.

Todo hombre, todo conjunto de hombres, puede errar​

La Biblia es tajante:
“Antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso…”
(Romanos 3:4)

Eso incluye:
  • líderes,
  • mayorías,
  • “pueblo de Dios”,
  • apóstoles, cuando actúan mal.
Ejemplos:
  • Pedro fue reprendido por Pablo por no andar rectamente conforme a la verdad del evangelio (Gálatas 2:11-14). Un apóstol verdadero pudo equivocarse gravemente en conducta y arrastrar a otros.
  • En el AT, los mismos sacerdotes y profetas muchas veces se corrompieron (Jeremías 5:30-31; 23:11).
La conclusión es que ninguna “ortodoxia” humana es, por definición, garantía de verdad.
Solo Dios es veraz en sentido absoluto.


Solo la Palabra de Dios es infalible y completamente segura​


Jesús no dice “tu iglesia es la verdad”, sino:
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”
(Juan 17:17)

El salmista declara:
La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.”
(Salmo 119:160)

Y respecto a suficiencia:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
(2 Timoteo 3:16-17)

Si la Escritura hace “perfecto” y “enteramente preparado”, no hace falta un plus infalible de “ortodoxia” para completar algo que a la Biblia le falte.

La tradición y la mayoría pueden estar equivocadas​

Jesús confronta directamente la “tradición” religiosa de su tiempo:
“Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres…”
(Marcos 7:7-8)

Y concluye:

“Invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido.”
(Marcos 7:13)

Pablo advierte:

“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
(Colosenses 2:8)

Y sobre la mayoría:

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”
(Mateo 7:13-14)

Mayoría, antigüedad, continuidad, nada de eso, por sí mismo, garantiza verdad.
La Biblia muestra:

  • Tradiciones religiosas bien establecidas que terminan anulando la Palabra.
  • Mayorías caminando por el camino ancho.

El criterio bíblico para juzgar toda “ortodoxia”​

La Escritura no pide someterse a un cuerpo humano infalible, sino:
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.”
(1 Juan 4:1)

“Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
(Hechos 17:11)

No ir más allá de lo que está escrito...

“…para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito…”
(1 Corintios 4:6)

Ese es exactamente el límite:

  • Lo escrito por Dios está por encima de todo.
  • Lo no escrito no puede elevarse al nivel de norma infalible.
“¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.
(Isaías 8:20)

El “canon de prueba” en la Biblia es siempre la Palabra de Dios, no la acumulación de interpretaciones posteriores.

Ni siquiera los mismos apóstoles eran la última palabra si se contradecían.
Pablo llega a decir:

“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.”
(Gálatas 1:8-9)

Es decir:
  • La norma no es “lo último que dijo la iglesia”.
  • La norma es el evangelio ya dado, revelado, escrito.
  • Ni un apóstol ni un ángel tienen autoridad para corregir el mensaje ya revelado.
 
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