Salmo51

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I. LA NATURALEZA HUMANA COMO FORMA DISEÑADA

  • Definición:
    La naturaleza humana no es sustancia ni vida, sino una forma de vida específica, un diseño funcional creado por Dios “a su imagen”, con atributos particulares como racionalidad, dominio, lenguaje y voluntad moral.
  • Fundamento bíblico:

    “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” (Génesis 1:26)
    Aquí no se habla de crear a un individuo, sino de producir el diseño que luego será instanciado.
    • Forma (molde): lo que define la clase “hombre”.
    • Sustancia: materia a la que se le aplica esa forma.
    • El HOMBRE (forma) es previo al individuo Adán (instancia).

II. LA FORMACIÓN DEL PRIMER HOMBRE

  • Materia prima:
    Dios forma al primer hombre a partir del polvo de la tierra (sustancia).
  • Acto formativo:

    “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra…” (Génesis 2:7a)
    El hombre es formado, no creado desde la nada.
  • Soplo de vida:

    “…y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” (Génesis 2:7b)
    El soplo no es personal, es energía vivificante (como electricidad). La personalidad está en la sustancia formada, la cual tiene diseño, potencial, y código funcional.
  • Resultado:
    Adán es carne vivificada, no un alma separada metida en un cuerpo, sino un ser completo que vive porque se le dio aliento.

III. EL ALMA Y LA MUERTE

  • El alma como producto del soplo + sustancia formada
    El alma surge de la vivificación de la carne diseñada por Dios. No es un ente separado, sino la manifestación viviente de un cuerpo formado.
  • La muerte:
    Es el retiro del soplo. El cuerpo vuelve al polvo y el alma deja de existir.

“Polvo eres, y al polvo volverás.” (Gén. 3:19)

IV. LIBERTAD, LEY Y RESPONSABILIDAD

  • Libre albedrío:
    Parte esencial del diseño humano. El hombre tiene libertad para responder o no. Esta capacidad es central en su función como gobernante de la creación.
  • La ley:
    Es perfecta, pero no fuerza obediencia. La obediencia debía ser un acto voluntario, una ofrenda consciente.

“Del árbol… no comerás” (Gén. 2:17).
“Escoge, pues, la vida…” (Deut. 30:19)

V. MORTALIDAD Y ÁRBOL DE LA VIDA

  • El hombre no fue creado mortal ni inmortal. Fue creado condicionado a la vida continua mediante provisión divina.
  • El árbol de la vida era el medio para sostener indefinidamente la existencia física.
“Y tomó Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto… y mandó Jehová Dios al hombre…”
(Gén. 2:15–16)

VI. EL ORIGEN DE LA PERDICIÓN

  • Al adquirir el conocimiento prohibido, Dios corta el acceso al árbol de la vida, evitando que el hombre perpetúe su vida bajo el nuevo estado de conciencia y desobediencia.
“Ahora, pues, que no alargue su mano… y viva para siempre.” (Gén. 3:22)

  • El destino del hombre es la extinción si no interviene la gracia.

VII. EL ACTO SALVADOR DE DIOS

  • Dios no ejecuta de inmediato la sentencia como hizo con otros (Ananías y Safira, Hechos 5), sino que decide salvar.
  • La salvación es entonces una decisión soberana de Dios, no una respuesta humana.
Por eso, en su raíz, es monergista.

“La criatura fue sujetada a vanidad… por causa del que la sujetó en esperanza.” (Rom. 8:20)

  • Dios cubre su desnudez con vestidos de pieles (Gén. 3:21): indicio de reemplazo, protección y sustitución futura.
 
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