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Veámoslo...

El calvinismo no es un conjunto de opiniones religiosas dispersas.

Es una soteriología completa, una interpretación total del Evangelio:


  • quién puede ser salvo,
  • por quién murió Cristo,
  • quién recibe el llamado,
  • cómo opera la gracia,
  • qué es la fe
  • y a quién llega la salvación.

Y cuando su sistema dice:

  • que Cristo no murió por todos
  • que Dios no quiere salvar a todos
  • que no todos tienen posibilidad real de responder
  • que la gracia solo es para unos pocos
  • y que el hombre no puede creer aunque escuche

entonces no está anunciando el Evangelio apostólico, sino otra versión del Evangelio.

El Evangelio apostólico dice:


  • que el mundo puede ser salvo: Juan 3:16
  • que Dios quiere salvar a todos: 1 Timoteo 2:3–4
  • que Cristo murió por todos: 2 Corintios 5:14–15
  • que la invitación es para el que quiera: Apocalipsis 22:17
  • que el hombre puede oír, creer y convertirse: Hechos 3:19; Romanos 10:17

Por tanto, si una soteriología sistemática:

  • cambia el alcance del amor de Dios
  • limita la expiación
  • anula la responsabilidad
  • impide la fe a la mayoría
  • y predica salvación solo para algunos

no es el Evangelio apostólico, aun si usa lenguaje cristiano.

Y según Gálatas 1:8, eso no es simplemente un “error doctrinal”:
es otro evangelio, y la Escritura le da un solo nombre: anatema.


Gálatas 1:8
“Si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.”
 
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