La mayoría de los cristianos ha escuchado que al morir el cuerpo, el “alma” inmortal continúa viviendo (ya sea en el cielo, el infierno o algún otro estado). Esta idea presenta la muerte como una separación del alma con el cuerpo, en lugar de la extinción de la vida. Sin embargo, al examinar cuidadosamente los 66 libros del canon bíblico, encontramos una enseñanza consistente:
La muerte es la cesación real de la vida – un estado de inconsciencia total – y la esperanza de la fe cristiana no está en un alma inmortal, sino en la resurrección de los muertos.
En esta exposición doctrinal analizaremos qué dice la Biblia sobre la naturaleza del alma, el estado de los muertos y la promesa de la resurrección, refutando paso a paso las objeciones típicas basadas en la creencia tradicional del alma inmortal.
Prepárese para revisar sus presupuestos a la luz de las Escrituras.
La muerte es la cesación real de la vida – un estado de inconsciencia total – y la esperanza de la fe cristiana no está en un alma inmortal, sino en la resurrección de los muertos.
En esta exposición doctrinal analizaremos qué dice la Biblia sobre la naturaleza del alma, el estado de los muertos y la promesa de la resurrección, refutando paso a paso las objeciones típicas basadas en la creencia tradicional del alma inmortal.
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