El Principio de Madurez Plenaria: Un Modelo de Creación Divina para un Universo Funcional
Estimados miembros del foro,
Me dirijo a ustedes hoy no para desafiar la ciencia ni la fe, sino para proponer un modelo de creación que, a mi juicio, reconcilia ambas de la manera más coherente con la naturaleza de un Creador omnipotente.
Durante demasiado tiempo, hemos permitido que el debate se enmarque en una falsa dicotomía: o bien el universo tiene miles de millones de años de desarrollo, o bien las pruebas científicas son erróneas.
Propongo una tercera vía: las pruebas científicas son correctas en sus mediciones, pero incorrectas en su interpretación de lo que miden.
Miden la profundidad de la creación, no su duración temporal.
Llamo a este modelo el Principio de Madurez Plenaria.
1. El Concepto Central: La Madurez Plenaria
El postulado fundamental es simple: un Ser de poder ilimitado, que opera fuera de las restricciones del tiempo, no crearía un "protouniverso" inmaduro y esperaría eones a que las leyes físicas que Él mismo estableció hicieran el trabajo por Él.Esto implica una dependencia del proceso, una sumisión al tiempo.
Un Creador verdaderamente omnipotente, en cambio, instanciaría el resultado final y perfecto directamente.
No crearía la "semilla" de un cosmos; crearía el cosmos funcional en su estado de madurez intencionada.
El acto creativo no sería el inicio de un proceso, sino la manifestación de un estado final completo.
La creación en "un milisegundo" no es un truco, es la consecuencia lógica de un poder infinito que no está limitado por el tiempo secuencial.
Pensemos en la frase "Hágase la luz". No dice "Hágase un plasma de quarks-gluones que eventualmente, tras 380,000 años, permitirá que los fotones viajen libremente". Es un decreto que instancia una realidad completa.
2. Las "Pruebas de antigüedad" como evidencia de la perfección creativa
Aquí es donde nuestro modelo se encuentra con la ciencia.Las mediciones que los cosmólogos y geólogos realizan no son erróneas; son el testimonio de la complejidad y la perfección del diseño divino.
No miden una cronología, sino una coherencia funcional.
- La Radiación de Fondo de Microondas (CMB): La ciencia lo interpreta como el "eco" del Big Bang. Bajo el Principio de Madurez Plenaria, la CMB es el estado energético fundamental y perfectamente calibrado del espacio-tiempo. No es un eco del pasado, sino la "temperatura de funcionamiento" diseñada para el universo, el zumbido de una máquina cósmica perfectamente equilibrada, imbuida en la creación para garantizar la estabilidad termodinámica desde el primer instante.
- La Expansión del Universo y el Corrimiento al Rojo: La evidencia de que las galaxias distantes se alejan no demuestra un evento explosivo pasado. Demuestra una propiedad dinámica inherente del cosmos. Dios no creó un universo estático destinado al colapso gravitacional. Creó un sistema dinámico, en expansión, para asegurar su longevidad y estructura. El corrimiento al rojo que observamos es la manifestación de este motor cósmico. Las relaciones matemáticas que Hubble descubrió son tan precisas porque fueron escritas en el tejido de la realidad, no porque surgieran por azar a lo largo del tiempo.
- La Datación Radiométrica: Este es quizás el punto más elocuente. Cuando los geólogos miden la proporción de Uranio-238 y Plomo-206 en una roca para declarar que tiene miles de millones de años, asumen que la roca comenzó con 100% de uranio y 0% de plomo. Pero, ¿por qué un Creador perfecto crearía un planeta con elementos químicamente inestables y sin sus productos derivados estables? Es ilógico.
Bajo nuestro modelo, Dios creó las rocas, los minerales y los planetas en un estado de equilibrio químico y físico maduro. Creó el plomo junto al uranio en las proporciones exactas y estables que la física dicta. Lo que los científicos miden no es el "tic-tac" de un reloj geológico desde cero, sino la especificación de diseño de un mundo funcional desde el milisegundo uno. Es como encontrar un automóvil con aceite en el motor; no asumimos que el coche fabricó su propio aceite durante años, sino que el ingeniero lo llenó en la fábrica. - El Registro Fósil y los Estratos Geológicos: Un planeta maduro necesita una geología madura y una biosfera funcional. Dios no crearía una esfera de roca fundida y esperaría a que se enfriara, se erosionara y formara continentes. Crearía la Tierra con sus montañas, cañones, océanos y estratos geológicos ya en su lugar. Los fósiles dentro de estos estratos no son necesariamente un registro de muerte y lucha a lo largo de eones, sino parte integral de la creación de un ecosistema completo. Establecen las bases para la química del suelo, para los depósitos de carbono (como el carbón y el petróleo) y para la complejidad biológica que un mundo maduro requiere para ser habitable. Es una historia funcional, no una historia cronológica.
3. Conclusión: La grandeza de un Dios ilimitado
Este modelo no le teme a la evidencia científica; la abraza como el manual de diseño del Creador. Demuestra una divinidad infinitamente más poderosa y sabia que la de un simple "iniciador cósmico". Un Dios que debe esperar a que su creación madure es un Dios limitado por el tiempo. Un Dios que puede concebir y ejecutar un universo maduro y funcional en un instante es verdaderamente omnipotente.Por lo tanto, cualquier creyente en un Dios todopoderoso no solo puede aceptar este modelo, sino que debería considerarlo como la representación más fiel de Su poder. La próxima vez que un científico les hable de miles de millones de años, pueden asentir y pensar: "Qué magnífica es la profundidad y la complejidad que nuestro Dios imbuyó en Su Creación en un solo, glorioso instante".