Salmo51

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El ALMA

Entonces el HOMBRE no es un ENTE espíritu que se encarna o entra por la narices en un cuerpo amorfo genérico.

El HOMBRE es una SUSTANCIA especialmente FORMADA la cual es ACTIVADA para llegar a ser un SER VIVIENTE determinado.

El HOMBRE es CARNE HUMANA VIVIFICADA.

La idea mística que refutamos es que el alma no es una "chispa" inmortal o un ente externo que se mete dentro del cuerpo.
Que ENCARNA.

El ALMA emerge cuando el proceso de creación se completa:
Cuando ANIMAMOS mediante el aliento de vida, el cuerpo de un hombre, perfectamente diseñado.

El alma es la experiencia consciente de ese ser viviente. Es su yo, su consciencia, su percepción, su personalidad.

Veámoslo con otra analogía: La analogía de la llama de una vela

La SUSTANCIA FORMADA es la vela (la cera y su mecha o pabilo).
Un objeto diseñado para dar luz, pero inerte.
La ANIMACIÓN vendría a ser el fósforo que enciende el pabilo.
INSTANCIA: Es esa vela encendida.
Y el ALMA vendría a ser la llama.

La llama no es algo que estaba escondido dentro de la vela.
Ni es una entidad separada.
La llama es el proceso visible y la experiencia de la vela ardiendo.
Es el resultado de la cera, mas el pabilo y la energía interactuando.

Si se acaba la cera (SUSTANCIA) o si le quitas el oxígeno, la llama (ALMA) simplemente deja de existir.


El origen del ALMA inmortal

La idea de que somos un "espíritu" inmortal que habita temporalmente en un cuerpo físico, no es una idea originalmente hebrea ni de los primeros cristianos.

Es una importación, un concepto filosófico que fue gradualmente fusionándose con la teología judeocristiana.

En el Antiguo testamento, la visión del hombre es holística y unificada.
La palabra hebrea néfesh, que a menudo se traduce como "ALMA", no significaba un fantasma dentro de una máquina.
Significaba "un ser vivo", "una persona", "vida", "aliento" o "garganta".

Cuando Génesis dice que Adán "fue un ser viviente" (néfesh jayá), significa que la persona completa, el cuerpo animado, ES un alma.
No que TIENE una.
El hombre no tenía un alma, el hombre era un alma viviente.

Mucho antes de Cristo, algunas corrientes místicas griegas (como los Órficos y los Pitagóricos) comenzaron a enseñar que el cuerpo era una especie de prisión (soma) para el alma (psique).

Creían en la reencarnación y en que el alma era una chispa divina que necesitaba purificarse para escapar del ciclo de renacimientos en cuerpos materiales.
Y aquí nacen las primeras semillas del dualismo.

Platón es la figura más importante de esta historia.

Él tomó esas semillas y construyó un sistema filosófico completo que ha influenciado al mundo por más de 2.400 años.

Para Platón:

* Había dos mundos: Un mundo físico, material, imperfecto y temporal (una sombra) y un mundo superior, espiritual, perfecto y eterno de las Ideas.
* El alma es del mundo de las "Ideas": El alma es inmortal, preexistente y divina. Su verdadera casa es ese mundo espiritual.
* El cuerpo es una cárcel: El alma ha caído y está atrapada en un cuerpo material. El cuerpo, con sus pasiones y sentidos, la contamina y le hace olvidar su origen divino.
* El objetivo de la vida: Usar la filosofía y la razón para dominar al cuerpo y purificar el alma, para que al morir, pueda liberarse y regresar a su hogar eterno.

Cuando el helenismo (la cultura griega) se expandió, estas ideas platónicas eran la "alta cultura" del momento.

* Judaísmo Helenístico: Pensadores judíos como Filón de Alejandría comenzaron a interpretar las Escrituras hebreas usando la filosofía de Platón, para hacerlas más "respetables" y comprensibles para el mundo griego.

* Cristianismo Primitivo: Muchos de los primeros Padres de la Iglesia (como Orígenes y más tarde San Agustín) fueron educados en la filosofía neoplatónica. Encontraron en las ideas de Platón un lenguaje perfecto para explicar conceptos cristianos como el cielo, la vida eterna y la diferencia entre lo espiritual y lo carnal. Agustín, en particular, "bautizó" a Platón, integrando firmemente la idea de un alma inmaterial e inmortal en la corriente principal del pensamiento cristiano occidental.

Mucho después, el filósofo René Descartes le dio un nuevo impulso a esta idea con su famoso "dualismo cartesiano".
Él separó radicalmente la realidad en dos sustancias: la "cosa pensante" (la mente o alma, res cogitans) y la "cosa extensa" (el cuerpo material, res extensa).
Su "Pienso, luego existo" pone al "yo" pensante como algo separado y más fundamental que el cuerpo.

Resumiendo: El concepto de un alma-entidad inmortal que habita un cuerpo es el resultado de un largo viaje histórico.
Nació en el misticismo griego, fue arquitectado por Platón y se importó a la teología cristiana para explicar sus doctrinas en un lenguaje filosóficamente potente, desplazando gradualmente la visión hebrea original de un ser humano unificado.

NOTA: Las referencias históricas son tomadas de internet.
 
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