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Teólogo calvinista:

La depravación total sostiene que los hombres, todos, han caído en pecado, y a causa de este, no hay en él cosa sana.

Esta depravación es total en dos sentidos:

Primero, en extensión, es decir, todos los hombres. No hay uno solo que haya escapado a su alcance. En este sentido, no hay justo, ni a un uno, ni quien busque a Dios. Todos, sin excepción, judíos y griegos, están depravados. En este sentido, de total, no debe haber discusión, ya que solo los católicos romanos, con su inmaculada concepción, negarían este aspecto.

Lo segundo, es total en un sentido intensivo. Es decir, todas las alas del hombre han sido afectadas en gravedad, de manera que todos los designios de su corazón son del continuo al mal. Desde la planta del pie hasta la cabeza, no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga. Está muerto en delitos y pecados. Es un enfermo terminal que no tiene esperanza de cura, por más esfuerzos que intente, separado de Dios, y que aún hace hecho inútil. No hay quien haga lo bueno. En este sentido, no debería ser rechazado de cuajo, puesto que, entendiendo la depravación, no niega que tenga el hombre la capacidad de hacer el bien o tener una comprensión del mismo. Se sabe que la luz que hay en él es tiniebla. De ahí que necesita un salvador que tome la iniciativa de su salvación para que habilite sus sentidos y pueda responder de manera bi-directiva al llamado soteriológico.

En resumen, la depravación total enseña que todos hemos sido afectados por la caída en extensión y gravedad.
Discutir sobre cualquier otra cosa es salirse del tema.
 
Última edición:
Pentecostal arminiano:

Aquí hay un concepto que yo había compartido previamente con nuestro hermano [], y en términos generales, concordamos de que este es un concepto de depravación total.
Sin embargo, él ya presentó algunos elementos respecto a lo que tienen que ver con la depravación en su sentido extensivo.
Entonces, podríamos definir la depravación total, primero, como que no es la idea de que los hombres no puedan hacer actos bondadosos para con sus prójimos, sino que es la doctrina que enseña que, por causa de la caída de Adán y Eva, toda la humanidad vino a existir en este mundo con una naturaleza humana totalmente corrompida por el pecado.
Este pecado afecta a todas las partes de la naturaleza humana, y esto resulta en un estado de muerte espiritual que incapacita al hombre para creer en el Evangelio y para comprender las verdades o cosas espirituales.
Y que, por tanto, se requiere que Dios regenere al hombre primero, es decir, le dé vida primero, para que, estando una vez ya habilitado, pueda creer en el Evangelio.
Obviamente yo defendí una tesis diferente, es decir, que el efecto del pecado en la naturaleza humana no ha generado la incapacidad para convertirse.
Ciertamente, a través de nuestras propias obras, nosotros no podemos tener una rectitud según la justicia de la ley, sino que podemos tener la justicia de Dios que es por medio de la fe en el Evangelio, y por lo tanto los hombres, a pesar de que están afectados por el pecado, no están inhabilitados para creer en el Evangelio.
Y que, por supuesto, esta actividad de creer en Cristo no se lleva a cabo con el hombre a expensa de la actividad divina, sino que el Espíritu Santo influye de tal manera en nosotros que los seres humanos, sea que lo resistan o sea que lo acepten, ellos son salvos.
Así que digamos que el tema va a estar dentro de esto, cuál es el efecto en la naturaleza humana, y voy a tratar de presentar tres argumentos bastante concretos y concisos para poder fundamentar por qué esta doctrina no es correcta y por qué la doctrina que voy a defender es más bíblica, es coherente. Y bueno, espero que al final les cuente a ustedes, sospesen los argumentos que va a presentar nuestro hermano [] y que va a presentar yo a la luz de las Escrituras, así que esa sería mi breve presentación de este punto, y bueno, espero que disfruten el debate.

Bendiciones.
 
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