Salmo51

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Dos sistemas de justicia y una mediación única

Para entender bien cómo Dios salva al hombre, debemos entender que existen dos sistemas de justicia diferentes, ambos legítimos pero operando en ámbitos distintos:

1. Justicia Primaria: Justicia por Obras (Ley)

En este sistema:

* Dios es legislador absoluto.
* Las condiciones para vivir son obras perfectas.
* La ley no contempla misericordia, solo justicia retributiva pura.
* El alma que pecare, esa morirá (Ezequiel 18:4).
* Esta justicia está representada perfectamente por el Padre, porque Él es perfección absoluta.
* Todos los descendientes de Adán bajo esta ley fallan y resultan condenados (Romanos 3:23).

Para resolver esta justicia, el Padre no puede ceder ni cambiar de criterio.
La ley debe cumplirse perfectamente sí o sí.

¿Quién cumple esto? Cristo

Cristo recibe un cuerpo para venir en carne a cumplir la ley perfectamente.
Obtiene justicia humana real por méritos humanos, que resulta absoluta, aceptable y aceptada por el Padre.
Así satisface la justicia primaria en sí mismo, alcanzando una victoria legal y absoluta frente al Padre.

2. Justicia Secundaria: Justicia por fe (Gracia)

Una vez que Cristo resolvió la justicia primaria, adquiere el derecho legal a mediar y establecer otra justicia diferente, no fundamentada en nuestras propias obras sino en nuestra relación personal con Él como mediador.

Y esta justicia del Hijo no exige perfección absoluta personal, sino una actitud del corazón:

* Un corazón contrito y humillado.
* Confianza plena en la obra de mediación.
* Sujeción voluntaria al SU señorío.

¿En base a qué separa Cristo entonces?

En base a esta justicia secundaria que Él mismo establece y es el autor:

* No separa en función de obras humanas directas, sino según la respuesta del corazón humano hacia Él y Su señorío.
* La separación final (ovejas vs cabritos) no es por perfección legalista sino por aceptación humilde de su mediación y señorío.
* Mis ovejas oyen mi voz (Juan 10:27). No dice que sus ovejas nunca pecan, sino que se sujetan a Su voz.

La Mediación y el Señorío como clave del entendimiento

Cristo obtiene el derecho a establecer esta nueva justicia secundaria porque satisfizo plenamente la justicia primaria (ley del Padre).

Así:

* La gracia no es perdón ante la ley, sino cumplimiento y compra.
* Cristo no nos libera al vacío ni nos deja sin dueño, sino que nos compra por precio (1 Corintios 6:20) y así obtiene autoridad absoluta sobre nosotros.
* Ahora, como Él pagó, puede decidir sin responder ante ninguna otra instancia.
* En este entorno de gracia y señorío, Cristo sí tiene derecho legal a mostrar favoritismo o hacer acepción de personas, porque es dueño y ya cumplió toda justicia primaria.

Resumiendo en una frase clave:

Cristo resuelve la justicia primaria (perfecta ley de obras) para establecer una justicia secundaria (fe y rendición al Señor) mediante Su mediación y compra.

* La justicia primaria es monergista (Cristo solo la cumplió sin participación del hombre).
* La justicia secundaria es también monergista porque depende exclusivamente del dueño (Cristo), pero observa la respuesta humana no como mérito legal, sino como sumisión voluntaria al Señor.

Base Bíblica resumida:

* Ley (primaria): Romanos 2:13, Levítico 18:5, Mateo 5:17.
* Mediación (Cristo cumpliendo la ley): Hebreos 10:5-10, Romanos 8:3-4.
* Gracia como nueva justicia (secundaria): Romanos 3:21-26, Efesios 2:8-10.
* Señorío de Cristo (decisión soberana): Juan 5:22, Juan 10:27, Romanos 14:9.

Conclusión conceptual precisa:

La salvación es monergista absoluta en ambos niveles: la ley cumplida por Cristo (sin intervención humana), y la gracia administrada soberanamente por Cristo. Pero esta gracia, aunque es unilateral en su fundamento y adquisición, requiere una respuesta de fe y sumisión, no porque esta respuesta fuerce la elección, sino porque así Cristo lo ha establecido como criterio personal de Su propiedad.
 
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