Dos sistemas de justicia y una mediación única
Para entender bien cómo Dios salva al hombre, debemos entender que existen dos sistemas de justicia diferentes, ambos legítimos pero operando en ámbitos distintos:
1. Justicia Primaria: Justicia por Obras (Ley)
En este sistema:
* Dios es legislador absoluto.
* Las condiciones para vivir son obras perfectas.
* La ley no contempla misericordia, solo justicia retributiva pura.
* El alma que pecare, esa morirá (Ezequiel 18:4).
* Esta justicia está representada perfectamente por el Padre, porque Él es perfección absoluta.
* Todos los descendientes de Adán bajo esta ley fallan y resultan condenados (Romanos 3:23).
Para resolver esta justicia, el Padre no puede ceder ni cambiar de criterio.
La ley debe cumplirse perfectamente sí o sí.
¿Quién cumple esto? Cristo
Cristo recibe un cuerpo para venir en carne a cumplir la ley perfectamente.
Obtiene justicia humana real por méritos humanos, que resulta absoluta, aceptable y aceptada por el Padre.
Así satisface la justicia primaria en sí mismo, alcanzando una victoria legal y absoluta frente al Padre.
2. Justicia Secundaria: Justicia por fe (Gracia)
Una vez que Cristo resolvió la justicia primaria, adquiere el derecho legal a mediar y establecer otra justicia diferente, no fundamentada en nuestras propias obras sino en nuestra relación personal con Él como mediador.
Y esta justicia del Hijo no exige perfección absoluta personal, sino una actitud del corazón:
* Un corazón contrito y humillado.
* Confianza plena en la obra de mediación.
* Sujeción voluntaria al SU señorío.
¿En base a qué separa Cristo entonces?
En base a esta justicia secundaria que Él mismo establece y es el autor:
* No separa en función de obras humanas directas, sino según la respuesta del corazón humano hacia Él y Su señorío.
* La separación final (ovejas vs cabritos) no es por perfección legalista sino por aceptación humilde de su mediación y señorío.
* Mis ovejas oyen mi voz (Juan 10:27). No dice que sus ovejas nunca pecan, sino que se sujetan a Su voz.
La Mediación y el Señorío como clave del entendimiento
Cristo obtiene el derecho a establecer esta nueva justicia secundaria porque satisfizo plenamente la justicia primaria (ley del Padre).
Así:
* La gracia no es perdón ante la ley, sino cumplimiento y compra.
* Cristo no nos libera al vacío ni nos deja sin dueño, sino que nos compra por precio (1 Corintios 6:20) y así obtiene autoridad absoluta sobre nosotros.
* Ahora, como Él pagó, puede decidir sin responder ante ninguna otra instancia.
* En este entorno de gracia y señorío, Cristo sí tiene derecho legal a mostrar favoritismo o hacer acepción de personas, porque es dueño y ya cumplió toda justicia primaria.
Resumiendo en una frase clave:
Cristo resuelve la justicia primaria (perfecta ley de obras) para establecer una justicia secundaria (fe y rendición al Señor) mediante Su mediación y compra.
* La justicia primaria es monergista (Cristo solo la cumplió sin participación del hombre).
* La justicia secundaria es también monergista porque depende exclusivamente del dueño (Cristo), pero observa la respuesta humana no como mérito legal, sino como sumisión voluntaria al Señor.
Base Bíblica resumida:
* Ley (primaria): Romanos 2:13, Levítico 18:5, Mateo 5:17.
* Mediación (Cristo cumpliendo la ley): Hebreos 10:5-10, Romanos 8:3-4.
* Gracia como nueva justicia (secundaria): Romanos 3:21-26, Efesios 2:8-10.
* Señorío de Cristo (decisión soberana): Juan 5:22, Juan 10:27, Romanos 14:9.
Conclusión conceptual precisa:
La salvación es monergista absoluta en ambos niveles: la ley cumplida por Cristo (sin intervención humana), y la gracia administrada soberanamente por Cristo. Pero esta gracia, aunque es unilateral en su fundamento y adquisición, requiere una respuesta de fe y sumisión, no porque esta respuesta fuerce la elección, sino porque así Cristo lo ha establecido como criterio personal de Su propiedad.
Para entender bien cómo Dios salva al hombre, debemos entender que existen dos sistemas de justicia diferentes, ambos legítimos pero operando en ámbitos distintos:
1. Justicia Primaria: Justicia por Obras (Ley)
En este sistema:
* Dios es legislador absoluto.
* Las condiciones para vivir son obras perfectas.
* La ley no contempla misericordia, solo justicia retributiva pura.
* El alma que pecare, esa morirá (Ezequiel 18:4).
* Esta justicia está representada perfectamente por el Padre, porque Él es perfección absoluta.
* Todos los descendientes de Adán bajo esta ley fallan y resultan condenados (Romanos 3:23).
Para resolver esta justicia, el Padre no puede ceder ni cambiar de criterio.
La ley debe cumplirse perfectamente sí o sí.
¿Quién cumple esto? Cristo
Cristo recibe un cuerpo para venir en carne a cumplir la ley perfectamente.
Obtiene justicia humana real por méritos humanos, que resulta absoluta, aceptable y aceptada por el Padre.
Así satisface la justicia primaria en sí mismo, alcanzando una victoria legal y absoluta frente al Padre.
2. Justicia Secundaria: Justicia por fe (Gracia)
Una vez que Cristo resolvió la justicia primaria, adquiere el derecho legal a mediar y establecer otra justicia diferente, no fundamentada en nuestras propias obras sino en nuestra relación personal con Él como mediador.
Y esta justicia del Hijo no exige perfección absoluta personal, sino una actitud del corazón:
* Un corazón contrito y humillado.
* Confianza plena en la obra de mediación.
* Sujeción voluntaria al SU señorío.
¿En base a qué separa Cristo entonces?
En base a esta justicia secundaria que Él mismo establece y es el autor:
* No separa en función de obras humanas directas, sino según la respuesta del corazón humano hacia Él y Su señorío.
* La separación final (ovejas vs cabritos) no es por perfección legalista sino por aceptación humilde de su mediación y señorío.
* Mis ovejas oyen mi voz (Juan 10:27). No dice que sus ovejas nunca pecan, sino que se sujetan a Su voz.
La Mediación y el Señorío como clave del entendimiento
Cristo obtiene el derecho a establecer esta nueva justicia secundaria porque satisfizo plenamente la justicia primaria (ley del Padre).
Así:
* La gracia no es perdón ante la ley, sino cumplimiento y compra.
* Cristo no nos libera al vacío ni nos deja sin dueño, sino que nos compra por precio (1 Corintios 6:20) y así obtiene autoridad absoluta sobre nosotros.
* Ahora, como Él pagó, puede decidir sin responder ante ninguna otra instancia.
* En este entorno de gracia y señorío, Cristo sí tiene derecho legal a mostrar favoritismo o hacer acepción de personas, porque es dueño y ya cumplió toda justicia primaria.
Resumiendo en una frase clave:
Cristo resuelve la justicia primaria (perfecta ley de obras) para establecer una justicia secundaria (fe y rendición al Señor) mediante Su mediación y compra.
* La justicia primaria es monergista (Cristo solo la cumplió sin participación del hombre).
* La justicia secundaria es también monergista porque depende exclusivamente del dueño (Cristo), pero observa la respuesta humana no como mérito legal, sino como sumisión voluntaria al Señor.
Base Bíblica resumida:
* Ley (primaria): Romanos 2:13, Levítico 18:5, Mateo 5:17.
* Mediación (Cristo cumpliendo la ley): Hebreos 10:5-10, Romanos 8:3-4.
* Gracia como nueva justicia (secundaria): Romanos 3:21-26, Efesios 2:8-10.
* Señorío de Cristo (decisión soberana): Juan 5:22, Juan 10:27, Romanos 14:9.
Conclusión conceptual precisa:
La salvación es monergista absoluta en ambos niveles: la ley cumplida por Cristo (sin intervención humana), y la gracia administrada soberanamente por Cristo. Pero esta gracia, aunque es unilateral en su fundamento y adquisición, requiere una respuesta de fe y sumisión, no porque esta respuesta fuerce la elección, sino porque así Cristo lo ha establecido como criterio personal de Su propiedad.
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