Salmo51

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1. La influencia digital se agotó

  • El “Nuevo Calvinismo”, tan poderoso a principios del siglo XXI gracias a medios digitales, ya no controla el ecosistema en redes sociales y plataformas modernas.
  • Como señala Aaron Renn, el impacto en línea del movimiento ha disminuido al no adaptarse a los cambios de algoritmo y demográficos de la Generación Z y más jóvenes.

2. Ya no es gatekeeper cultural

  • Según Brad Vermurlen, el movimiento ya no tiene la influencia institucional que tuvo antes, al pasar del modelo “superestrella” a uno más comunitario, perdiendo capacidad de definir la ortodoxia dentro del evangelicalismo más amplio.

3. Vulnerabilidades internas

  • Tim Challies identifica debilidades como el orgullo de la marca, la falta de diversidad cultural e intelectual y la dependencia de líderes carismáticos, lo que lo deja vulnerable a perder relevancia cuando pasan los íconos.
 
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