El Gran Reemplazo
Cuando exploramos la salvación bíblica, encontramos algo sumamente significativo: Dios nunca intenta reparar o rehabilitar lo viejo y corrupto. Siempre lo reemplaza con algo nuevo.Esto es especialmente claro en la manera en que Dios resuelve la caída y corrupción del ser humano.
1. La condición desesperada del hombre caído
La Escritura señala claramente que toda ofrenda o sacrificio del hombre en su condición caída resulta inaceptable para Dios:- "Todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia" (Isaías 64:6).
- "Sacrificio y ofrenda no quisiste; me preparaste cuerpo... Entonces dije: He aquí vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad" (Hebreos 10:5-7).
2. La solución divina: un Hombre nuevo
Dios responde a la corrupción humana enviando al Verbo al mundo como un Hombre nuevo, sin corrupción:- Jesús es presentado como un nuevo Adán, sin pecado original y sin deuda ante la Ley (1 Corintios 15:45-49).
- El Verbo declara: "He aquí que vengo para hacer tu voluntad" (Hebreos 10:9). Solo Él cumple toda justicia bajo la Ley (Mateo 3:15).
- En la cruz, Cristo ejecuta la muerte judicial del viejo hombre (Romanos 6:6) y, en Su resurrección, inaugura una nueva creación humana (2 Corintios 5:17).
3. La transferencia de identidad y justicia
La salvación, entonces, no consiste en mejorar al viejo hombre, sino en trasladar al creyente desde Adán hasta Cristo, quien es el único aceptado ante Dios:- "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él" (2 Corintios 5:21).
- Somos llamados a "despojarnos del viejo hombre... y revestirnos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad" (Efesios 4:22-24).
4. El patrón universal del reemplazo divino
Este patrón de sustitución es consistente en toda la revelación bíblica:- Viejo pacto → Nuevo pacto (Hebreos 8:6-13)
- Viejo templo terrenal → Nuevo templo celestial (Apocalipsis 21:22)
- Cielos y tierra viejos → Cielos y tierra nuevos (Apocalipsis 21:1)
- Corazón de piedra → Corazón nuevo (Ezequiel 36:26)
- Odres viejos → Odres nuevos (Mateo 9:17)
5. Comparando enfoques teológicos
- Calvinismo: reconoce la corrupción total del hombre, pero limita el alcance del nuevo hombre solo a los elegidos.
- Arminianismo: amplía la oferta de la nueva creación, pero hace depender la eficacia del viejo hombre y su cooperación.
- Sustitución Real y Nueva Creación: Dios ejecuta una muerte universal y crea un nuevo hombre perfecto (Cristo), ofreciendo gratuitamente esa justicia a todos mediante la fe.
Conclusión definitiva:
La solución divina al problema humano no es reparar al hombre viejo, sino sustituirlo con un Hombre nuevo. Cristo no vino a mejorar nuestra naturaleza caída, sino a morir por ella y, mediante Su resurrección, inaugurar una humanidad completamente nueva y aceptable delante de Dios."De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).