1. La Naturaleza Humana: Forma y Sustancia
- El Diseño Divino (Forma): La naturaleza humana no es una sustancia en sí misma, sino una FORMA: un diseño o plano específico creado por Dios a Su imagen. Cuando Dios habla de crear al "HOMBRE", se refiere a la creación de este diseño exclusivo de vida.
- La Creación de Adán (Sustancia Formada): El primer ser humano, Adán, es una instanciación de esta Forma. Dios utiliza el "polvo de la tierra" como la SUSTANCIA y le aplica la FORMA humana.
- El Soplo de Vida y el Alma: El "soplo de vida" es una fuerza activadora impersonal, análoga a la electricidad, que anima la sustancia ya formada. La individualidad, la personalidad y el "código" funcional residen en la SUSTANCIA FORMADA. El alma, por tanto, es el resultado de la sustancia formada y vivificada. La muerte es simplemente el cese de esta fuerza vital, tras lo cual el alma desaparece y la sustancia se descompone.
- Libre Albedrío y Responsabilidad: El libre albedrío y la responsabilidad son características intrínsecas del diseño humano. El hombre fue creado para ser señor de su entorno y de sus propias respuestas.
- La Ley y la Obediencia: Aunque el hombre es libre, es puesto bajo la ley de Dios. La ley es perfecta, pero no puede forzar la obediencia, que debe ser una ofrenda voluntaria y un sacrificio a los planes del Creador.
- Vida Condicionada: El ser humano no fue creado ni mortal ni inmortal, sino con el potencial de vivir indefinidamente. Su vida física estaba condicionada a la provisión divina: el alimento diario para la fuerza y el fruto mensual del Árbol de la Vida para la perpetuidad de la vida.
- La Transgresión y la Muerte: Al adquirir un conocimiento prohibido, el hombre se vuelve inadecuado para la vida eterna en ese estado. Dios, en un acto de juicio, le impide el acceso al Árbol de la Vida, introduciendo así la muerte física y un destino de extinción para la especie.
- El Origen de la Salvación: La salvación se origina en una decisión monergista (puramente divina) en el momento exacto de la Caída. Cuando Dios decide no aniquilar a Adán y Eva, a pesar de que su destino estaba sellado, ya ha decidido salvar a la humanidad.
- La Esperanza en la Corrupción: La decisión de Dios de sujetar a la humanidad a la corrupción y la mortalidad no fue un simple castigo, sino un acto "por causa de la esperanza". Al proveerles vestidos de pieles, Dios ya estaba manifestando Su plan de preservar una descendencia a la cual salvar.