Salmo51

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1. Qué sostiene el calvinismo sobre la expiación​

El tercer punto del sistema TULIP enseña que Cristo no murió por todos los seres humanos, sino sólo por los "elegidos".
Esta doctrina se conoce como expiación limitada o redención particular.
Según esta postura:

  • La sangre de Cristo se derramó únicamente por aquellos que Dios predestinó para ser salvos.
  • El sacrificio de Cristo no tuvo como objetivo salvar a toda la humanidad, sino lograr eficazmente la salvación de un grupo reducido.
  • Si Cristo muriera por todos y no todos se salvaran, parte de su sangre se habría desperdiciado.

2. Los fundamentos filosófico-teológicos de esta doctrina

Los calvinistas construyen esta idea sobre:
  • La lógica de la eficacia: Cristo logra todo lo que se propone. Si muere por alguien, ese alguien será salvo.
  • Unidad de voluntad entre Padre e Hijo: Si el Padre eligió a algunos, el Hijo debió morir solo por esos mismos.
  • Coherencia interna del sistema TULIP: Si el hombre está totalmente depravado, no puede colaborar. Por tanto, Dios elige, Cristo muere por los elegidos, y el Espíritu los regenera irresistiblemente.

3. Refutación: La expiación de Cristo es universal y eficaz

La Escritura afirma con claridad que Cristo murió por todos.
No como una mera posibilidad, sino como una redención real y objetiva.
El Padre, en su justicia, mató a todos en Adán, y luego el Hijo los redimió a todos en su sacrificio.

"Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo." (1 Juan 2:2)
"Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron." (2 Corintios 5:14)
"El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo." (Juan 1:29)
Cristo no vino a salvar parte del mundo, sino a redimir al mundo entero.
Que no todos se salven no niega su compra, sino que muestra que la redención y el juicio no son lo mismo.

4. La suficiencia de la sangre de Cristo no puede ser limitada

El calvinismo degrada la obra de Cristo al sugerir que su sangre es exclusiva, no universal.
Pero el sacrificio no es una oferta potencial sino una compra efectiva:

"Porque habéis sido comprados por precio..." (1 Corintios 6:20)
"Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí..." (2 Corintios 5:15)
La cruz no fue un intento de redención, sino una adquisición total de la humanidad.
La humanidad fue transferida de la muerte al Hijo, quien luego juzgará a cada uno según su voluntad soberana como Rey.

5. La justicia del Padre vs. El señorío del Hijo

La confusión del calvinismo surge al no distinguir entre el juicio legal del Padre y la soberanía redentora del Hijo:
  • El Padre juzga conforme a la ley: todos pecaron, todos mueren. No hay excepción ni acepción.
  • El Hijo actúa desde su señorío: compró a todos y elige a quienes resucita para vida o condenación eterna.
"Para esto Cristo murió y resucitó, y volvió a la vida, para ser Señor..." (Romanos 14:9)
"Y dio potestad al Hijo de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre." (Juan 5:27)
"Mío es la venganza; yo pagaré, dice el Señor." (Romanos 12:19)
"Tendré misericordia del que yo tenga misericordia." (Romanos 9:15)
En la ley no hay lugar para decisiones arbitrarias, pero en el Reino del Hijo la misericordia es soberana.
La predestinación calvinista confunde el entorno legal con el entorno redentivo.

6. Conclusión: La expiación limitada es una herejía contra la gloria del evangelio

Cristo murió por todos porque compró a todos.
Nadie puede resistirse a esa compra porque un muertos no puede resistirse.
La redención fue unilateral y objetiva.
La separación futura no está basada en méritos ni en obras legales, sino en la voluntad del Señor de la vida, que actúa con justicia perfecta pero también con plena libertad.

Reducir la sangre de Cristo a una élite de elegidos es una traición al sacrificio del Cordero y una negación de la gloria del Padre, que quiso reconciliar consigo todas las cosas en Cristo.

"Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas... haciendo la paz mediante la sangre de su cruz." (Colosenses 1:20)
La expiación limitada no es buena teología: es una herejía sistemática que ofende la justicia del Padre, mutila la obra del Hijo y entorpece la proclamación del evangelio universal.
 
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