En no definir bien la perdición.

Asumen que el problema del hombre pasa por su grado de corrupción.
Y entonces el calvinismo nos habla de una corrupción TOTAL y el arminianismo de una corrupción PARCIAL.
Y obviamente sabemos que la corrupción no puede heredar incorrupción.

Pero el problema real del hombre al que primero Dios debe atender si después pretende salvarlo es la MUERTE.
 
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