La herejía de la unión hipostática y el origen griego del falso Cristo
El dogma de la "unión hipostática" no surge de la Escritura, sino de una necesidad filosófica grecorromana de explicar lo divino y lo humano mediante categorías platónicas. En esta construcción, Jesucristo sería una sola persona con dos naturalezas: divina y humana, unidas sin mezcla ni confusión, pero también sin separación. Esta fórmula fue el resultado de los concilios ecuménicos y no de la revelación bíblica.
Sin embargo, la Escritura jamás enseña que Jesús sea el resultado de la combinación de dos naturalezas, ni que María haya aportado la sustancia humana. El Verbo se hizo carne no por mezcla o anexión, sino por transformación. El Verbo se manifestó como hombre por designio soberano del Padre, no por la gestación natural de una mujer.
I. Raíces filosóficas: Platón, Aristóteles y la mitología griega
- El pensamiento platónico distingue entre el mundo sensible (corruptible) y el mundo ideal (eterno).
- Para los griegos, el alma es inmortal, preexistente y se encarna en un cuerpo como castigo o experiencia.
- En la mitología griega, los dioses engendran hijos con mujeres humanas: héroes, semidioses.
- Esta estructura conceptual influenció a Justino Mártir, Clemente, Orígenes y otros "padres" eclesiásticos.
II. El dogma de la unión hipostática
Definido en el Concilio de Calcedonia (451 d.C.), el dogma establece:Este dogma implica que María aportó la naturaleza humana a Jesús, haciéndolo un "hombre verdadero"."Un solo Señor Jesucristo, perfecto en divinidad y perfecto en humanidad, verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, con alma racional y cuerpo, consustancial al Padre según la divinidad y consustancial a nosotros según la humanidad, en todo semejante a nosotros menos en el pecado."
Esto dio paso a:
- El dogma de María Madre de Dios (Theotokos)
- La veneración de María como corredentora y mediadora
- La idea de que Jesús es fruto de una cooperación divino-humana
Pero todo esto contradice el texto bíblico.
III. Lo que enseña la Escritura
- Juan 1:14: "Y aquel Verbo fue hecho carne..."
- Juan 16:28: "Salí del Padre, y he venido al mundo..."
- Hebreos 10:5: "Me preparaste cuerpo..."
- El Verbo no toma carne: se hace carne.
- María no le aporta la humanidad al Verbo sino que el mismo se hace hombre: El cuerpo de Cristo fue preparado por Dios.
- Jesús es el un segundo hombre, no el producto de la reproducción humana. Una segunda formación de una humanidad ya existente.
IV. Implicancias teológicas
- Cristo no tiene dos naturalezas coexistentes, sino que el Verbo vino al mundo plenamente como hombre.
- María no es madre del Verbo, ni de la divinidad, ni corredentora. Es sierva.
- La humanidad no es una sustancia, sino una forma de existencia.
- Jesús no es hijo de Adán geneticamante hablando sino que es hijo por la promesa. Su humanidad no viene de Adán, sino del cielo.
- No hay unión mística de dos sustancias sino solamente un cambio de formas
V. Conclusión
La unión hipostática es una construcción filosófica que introdujo una cristología falsa.A partir de ella, se ha exaltado a María, se ha oscurecido el origen celestial de Cristo, y se ha enseñado una cooperación humano-divina que niega la soberanía de Dios en la salvación.
El verdadero Cristo es el Verbo hecho carne por el poder de Dios.
No fue generado desde abajo, sino enviado desde arriba.
María no le dio vida; el Verbo trajo la vida al mundo.
Esta verdad debe ser restaurada para que el pueblo de Dios comprenda la singularidad, suficiencia y procedencia del Hijo.
"Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Juan 6:38)
No creemos en un híbrido. Creemos en el Verbo eterno, transformado en carne, enviado por el Padre para redimirnos.
El Cristo verdadero no tiene madre divina ni sustancia corrompida. Es el hombre nuevo que vino del cielo.