Malentendidos frecuentes sobre el árbol de la vida
1. Muchos creen que este árbol otorgaba la vida eterna con una sola ingesta.
Como un error común se suele creer que si Adán y Eva hubieran comido del árbol de la vida, habrían alcanzado la vida eterna de manera inmediata. Pero esto no es así.
Lo real es que el árbol ofrecía "vida" pero no "eternidad". Era una fuente de vida constante, como el alimento para reponer energías también lo es. Tal como la obediencia o la fidelidad, no se alcanzan tras un solo acto, sino con su práctica continua, así también el árbol de vida debía comerse mensualmente, cuando daba frutos, como un hábito para sostenerse viviendo por siempre.
De igual manera que una persona no se vuelve justa por un solo acto de justicia, ni fiel por una fidelidad aislada, sino al final de toda una vida entera de justicia y fidelidad, lo mismo aplicaba al árbol de vida. No garantizaba la vida perpetua por comer de él una sola vez, sino que les sostenía con vida por su consumo continuo.
En las escrituras podemos leer en Génesis 3:22 - "Ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre." Esta advertencia era sobre lo que sucedería si se comiera de él continuamente, y no una sola vez.
De modo diferente, el árbol de la ciencia del bien y del mal si producía efectos inmediatos irreversibles. Uno puede vivir ofrendando fidelidad todos los días pero basta una sola infidelidad para volverse infiel.
2. Muchos creen que este árbol era una figura directa de Cristo.
Si. Algunos enseñan que este árbol representa a Cristo pero no hay ningún versículo que identifique directamente a este árbol con Cristo. En Apocalipsis, es Cristo quien da acceso al árbol y no el árbol mismo (Apoc. 2:7). Además, el árbol es presentado como recompensa y no como redentor ni mediador. Cristo es quien da vida por medio de su muerte, mientras que este árbol solo sostenía la vida natural.
Lo real es que Cristo no es el árbol sino el mediador que nos concede el acceso a él.
Si el árbol fuera Cristo, no tendría sentido que se lo prohíba antes y se lo conceda después.
Tradiciones católicas o gnósticas (p.ej., Helenismo, San Buenaventura, Alberto Magno) proponen simbologías que identifican el árbol con Cristo o la cruz pero no están basadas en la Escritura, sino en interpretaciones extra-bíblicas.
El Cristianismo ortodoxo ve el árbol como prefiguración espiritual, no como figura literal de la persona de Cristo
3. Muchos creen que Dios fue cruel al negarles el árbol tras el pecado.
Parece injusto que Dios los expulse del Edén y les impida el acceso al árbol pero lo cierto es que aquel árbol no tenía el poder de regenerarlos. No podía restaurar su justicia ni borrar su pecado. Si hubieran comido de sus frutos en pecado, se habrían mantenido viviendo perpetuamente en condenación y Dios no quiso eso.
En las escrituras podemos leer en Génesis 3:22-24 que Dios puso querubines para que no accedieran al árbol como protección y no como castigo.