La Realidad de la Carne
Lo que nuestros sentidos, nuestra psicología y nuestra experiencia nos grita.
Es el "cuerpo de muerte", la inclinación al pecado, la evidencia de que seguimos siendo, en nuestra naturaleza, caídos.
La Realidad del Decreto
Lo que la Palabra de Dios proclama como verdad judicial y posicional sobre nosotros, basada en la obra consumada de Cristo.
Es el hecho de que "morimos con Él", que "el pecado no se enseñoreará de nosotros", que "somos nuevas criaturas".
El error del misticismo es intentar encontrar evidencia de la Realidad del Decreto dentro de la Realidad de la Carne.
Pero eso es imposible.
La fe no es un sentimiento sino una la facultad que nos permite operar y vivir en base a la Realidad del Decreto, a pesar de la evidencia contradictoria de la Realidad de la Carne.
Los ojos de la carne ven las olas y el viento y gritan: "¡Me hundo! ¡El pecado me va a dominar!".
Los oídos del espíritu escuchan la proclama de Cristo: "VEN", "El pecado no se enseñoreará de ti".
La fe es el acto de poner el pie fuera de la barca.
Es la decisión consciente de actuar y vivir de acuerdo a la Realidad Decretada por Dios, y no según la realidad que experimentamos.
La fe es la facultad que "monta" la vida natural de Cristo sobre nuestra vida natural.
No la reemplaza físicamente, sino que la superpone como la realidad operativa, la que tiene la verdadera autoridad.
Lo que nuestros sentidos, nuestra psicología y nuestra experiencia nos grita.
Es el "cuerpo de muerte", la inclinación al pecado, la evidencia de que seguimos siendo, en nuestra naturaleza, caídos.
La Realidad del Decreto
Lo que la Palabra de Dios proclama como verdad judicial y posicional sobre nosotros, basada en la obra consumada de Cristo.
Es el hecho de que "morimos con Él", que "el pecado no se enseñoreará de nosotros", que "somos nuevas criaturas".
El error del misticismo es intentar encontrar evidencia de la Realidad del Decreto dentro de la Realidad de la Carne.
Pero eso es imposible.
La fe como el puente entre estas dos realidades
La fe no es un sentimiento sino una la facultad que nos permite operar y vivir en base a la Realidad del Decreto, a pesar de la evidencia contradictoria de la Realidad de la Carne.
Los ojos de la carne ven las olas y el viento y gritan: "¡Me hundo! ¡El pecado me va a dominar!".
Los oídos del espíritu escuchan la proclama de Cristo: "VEN", "El pecado no se enseñoreará de ti".
La fe es el acto de poner el pie fuera de la barca.
Es la decisión consciente de actuar y vivir de acuerdo a la Realidad Decretada por Dios, y no según la realidad que experimentamos.
La fe es la facultad que "monta" la vida natural de Cristo sobre nuestra vida natural.
No la reemplaza físicamente, sino que la superpone como la realidad operativa, la que tiene la verdadera autoridad.