Nosotros, como creyentes que confesamos la autoridad plena de la Escritura, afirmamos que el evangelio de nuestro Señor Jesucristo es uno solo, y que todo mensaje que lo altere en su esencia debe ser considerado, según la advertencia apostólica, un evangelio anatema.
Después de un riguroso examen del sistema calvinista a la luz de los 66 libros del canon inspirado, concluimos que el calvinismo, como sistema soteriológico, constituye otro evangelio y, por tanto, cae bajo la condena de Gálatas 1:8-9.
Este foro exhorta a todo lector a discernir espiritualmente las enseñanzas del calvinismo, y no recibirlas como doctrina sana.
Aunque muchos de sus adherentes pueden ser personas sinceras y amantes de la Escritura, el sistema en sí contradice la esencia misma del evangelio bíblico:
“Probad los espíritus si son de Dios...” 1 Juan 4:1
Declaramos con firmeza, pero sin animosidad personal, que el calvinismo, en su estructura doctrinal, es anatema, y no debe ser aceptado ni promovido como expresión legítima del evangelio de Jesucristo.
“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.” Gálatas 1:8
Después de un riguroso examen del sistema calvinista a la luz de los 66 libros del canon inspirado, concluimos que el calvinismo, como sistema soteriológico, constituye otro evangelio y, por tanto, cae bajo la condena de Gálatas 1:8-9.
Causas doctrinales de esta afirmación
- Niega la justicia universal lograda por Cristo
El calvinismo enseña que Cristo murió sólo por los predestinados, contradiciendo las Escrituras que declaran que se entregó “por todos” (1 Timoteo 2:6; Hebreos 2:9; 1 Juan 2:2). - Reemplaza la mediación real del Hijo por un decreto eterno
En lugar de proclamar que la salvación fue lograda por la obediencia del Hombre Jesucristo (Romanos 5:18-19), el calvinismo la subordina a una elección secreta previa, haciendo irrelevante la justicia obtenida en la cruz. - Niega la verdadera oferta del evangelio a todos los hombres
Al sostener que el hombre debe ser regenerado para creer, el calvinismo elimina la responsabilidad real ante la luz del evangelio, y convierte la fe en una señal de elección, no en respuesta a una gracia universal. - Redefine la gracia como privilegio secreto y no como sistema creado por Dios para todos
La gracia bíblica es la creación de una nueva justicia fuera de la ley, accesible para todo hombre (Romanos 3:21-26; Tito 2:11). El calvinismo la transforma en una operación privada sobre algunos.
Advertencia pastoral
Este foro exhorta a todo lector a discernir espiritualmente las enseñanzas del calvinismo, y no recibirlas como doctrina sana.
Aunque muchos de sus adherentes pueden ser personas sinceras y amantes de la Escritura, el sistema en sí contradice la esencia misma del evangelio bíblico:
- Despoja a Cristo de su gloria como único mediador humano.
- Limita la eficacia de su sangre.
- Elimina la justicia pública como fundamento de la salvación.
- Anula la invitación universal del evangelio.
“Probad los espíritus si son de Dios...” 1 Juan 4:1
“No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.” Efesios 5:11
Declaramos con firmeza, pero sin animosidad personal, que el calvinismo, en su estructura doctrinal, es anatema, y no debe ser aceptado ni promovido como expresión legítima del evangelio de Jesucristo.