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El calvinismo histórico tiene raíces profundas en la teología de Agustín de Hipona (354–430 d.C.), aunque con importantes matices.
Agustín desarrolló su pensamiento sobre la gracia, la voluntad y la predestinación principalmente en respuesta al monje británico Pelagio, quien negaba el pecado original y enseñaba que el hombre podía cumplir la ley de Dios sin ayuda divina.
En esa polémica, Agustín afirmó que el pecado original afectaba a toda la humanidad y que el ser humano estába espiritualmente muerto y no podía obrar el bien sin la gracia de Dios. Por esto mismo Dios debe elegir soberanamente a quién salvar, no en base a méritos, sino según su pura voluntad.
Estas ideas anticiparon varias doctrinas centrales del calvinismo, como la depravación total, la gracia irresistible y la elección incondicional.
Agustín sí creía en cierta cooperación posterior a la gracia (sin ser pelagiano), mientras que Calvino desarrolla una visión más monergista y definitiva.
Agustín nunca formuló una doctrina explícita de predestinación doble (que Dios predestina a unos a la condenación), aunque coqueteó con esa idea en sus obras tardías. Calvino sí lo enseñó claramente.
Agustín mantuvo ciertos elementos sacramentales y eclesiásticos que el calvinismo reformado eliminaría (como la regeneración bautismal en infantes).
El calvinismo no surge directamente de Agustín, pero sí toma de él su esqueleto teológico sobre la gracia y la soberanía de Dios.
Lo que Juan Calvino hace es sistematizar, purificar y extender algunas intuiciones agustinianas, separándolas del marco católico medieval y reubicándolas en el corazón de una nueva teología reformada.
En palabras del historiador B. B. Warfield: "El calvinismo es simplemente el agustinismo sistematizado y llevado a sus consecuencias lógicas."
Agustín desarrolló su pensamiento sobre la gracia, la voluntad y la predestinación principalmente en respuesta al monje británico Pelagio, quien negaba el pecado original y enseñaba que el hombre podía cumplir la ley de Dios sin ayuda divina.
En esa polémica, Agustín afirmó que el pecado original afectaba a toda la humanidad y que el ser humano estába espiritualmente muerto y no podía obrar el bien sin la gracia de Dios. Por esto mismo Dios debe elegir soberanamente a quién salvar, no en base a méritos, sino según su pura voluntad.
Estas ideas anticiparon varias doctrinas centrales del calvinismo, como la depravación total, la gracia irresistible y la elección incondicional.
Coincidencias doctrinales con el Calvinismo
Tema | Agustín | Calvinismo |
---|---|---|
Pecado original | La humanidad heredó la culpa de Adán | Idem |
Depravación total | El hombre no puede hacer el bien sin gracia | Idem |
Gracia irresistible | Dios cambia el corazón del elegido | Idem |
Elección incondicional | Dios elige a algunos por pura misericordia | Idem |
Perseverancia de los santos | El que es salvado permanece en la fe | Idem |
Diferencias importantes
Aunque el calvinismo retoma el marco agustiniano, Calvino lo sistematiza más radicalmente que el propio Agustín.Agustín sí creía en cierta cooperación posterior a la gracia (sin ser pelagiano), mientras que Calvino desarrolla una visión más monergista y definitiva.
Agustín nunca formuló una doctrina explícita de predestinación doble (que Dios predestina a unos a la condenación), aunque coqueteó con esa idea en sus obras tardías. Calvino sí lo enseñó claramente.
Agustín mantuvo ciertos elementos sacramentales y eclesiásticos que el calvinismo reformado eliminaría (como la regeneración bautismal en infantes).
El calvinismo no surge directamente de Agustín, pero sí toma de él su esqueleto teológico sobre la gracia y la soberanía de Dios.
Lo que Juan Calvino hace es sistematizar, purificar y extender algunas intuiciones agustinianas, separándolas del marco católico medieval y reubicándolas en el corazón de una nueva teología reformada.
En palabras del historiador B. B. Warfield: "El calvinismo es simplemente el agustinismo sistematizado y llevado a sus consecuencias lógicas."