Salmo51

Administrador

Profecías del Antiguo Testamento


Génesis 3:15
Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Jeremías 23:5
He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.

Oseas 11:1
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.


Isaías 7:14
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.

Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Miqueas 5:2
Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Evangelio de Mateo


Mateo 1:18-25
Relata el nacimiento de Jesús desde la perspectiva de José. José descubre que María está embarazada por obra del Espíritu Santo y, tras la visita de un ángel en sueños, acepta tomarla como esposa. Este pasaje cita la profecía de Isaías 7:14, indicando que el nacimiento virginal de Jesús es el cumplimiento de dicha profecía.


18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.”


Mateo 2:1-12
Describe la visita de los magos de Oriente que, guiados por una estrella, llegan a Jerusalén buscando al "rey de los judíos" que ha nacido. Herodes, al enterarse, se inquieta y consulta a los escribas, quienes citan la profecía de Miqueas sobre el nacimiento en Belén. Los magos encuentran al niño Jesús y le ofrecen regalos.


1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.
7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Mateo 2:14-15 (cumplimiento de Oseas 11:1)
Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto; y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que fue dicho por el Señor por el profeta, que dijo: De Egipto llamé a mi hijo.


Evangelio de Lucas


Lucas 1:26-38
El ángel Gabriel anuncia a María que concebirá por obra del Espíritu Santo y dará a luz a un hijo llamado Jesús, quien será llamado Hijo del Altísimo. María acepta humildemente la voluntad de Dios.


26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.
28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.
30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
35 Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril;
37 porque nada hay imposible para Dios.
38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.


Lucas 2:1-20
Narra el nacimiento de Jesús en Belén durante el censo ordenado por César Augusto. María da a luz a Jesús y lo coloca en un pesebre. Un ángel anuncia el nacimiento a unos pastores, quienes van a ver al niño y luego difunden la noticia.


Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.
Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
 
Última edición:

Evangelio de Juan

Juan 1:1-14
Aunque no describe el nacimiento físico de Jesús, este pasaje presenta una perspectiva teológica profunda.


En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.
Fue un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que todos creyesen por él.
No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
Aquel era la luz verdadera, que alumbra á todo hombre que viene á este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; y el mundo no le conoció.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Mas á todos los que le recibieron, á los que creen en su nombre, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios;
Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre,) lleno de gracia y de verdad.


Epístolas del Nuevo Testamento


Gálatas 4:4-5
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.


Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley,
Para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.


Filipenses 2:6-8
Describe cómo Jesús, siendo en forma de Dios, se despojó a sí mismo tomando forma de siervo y haciéndose obediente hasta la muerte.

El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios;
Sino que se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.


Hebreos 2:14-17
Explica que Jesús participó de carne y sangre para destruir al que tenía el imperio de la muerte y ser un sumo sacerdote misericordioso.


Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.

Romanos 1:3-4
Acerca de su Hijo, (que fue hecho de la simiente de David según la carne,
Que fue declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santificación, por la resurrección de entre los muertos,) Jesucristo, Señor nuestro.

Hebreos 10:5
Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y presente no quisiste; Mas me apropiaste cuerpo.

Apocalipsis 12:5
Y ella parió un hijo varón, que había de regir todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
 
Volver
Arriba