1. Eva: Matriz de una raza caída
- El origen: Adán es la cabeza federal, el que peca y condena a toda la raza. Pero, ¿dónde empieza a manifestarse físicamente esa raza condenada? En el vientre de Eva. Su simiente o descendencia.
- La falsa esperanza: Cuando nace Caín, dice Eva en Génesis 4:1: "Por voluntad de Jehová he adquirido varón". Hay una teoría que dice que ella, en relación a la promesa de la "simiente" de Génesis 3:15, pensó que Caín era el redentor prometido. ¡Qué ironía! Ella creyó parir al salvador, pero en realidad dio a luz al primer asesino.
- La simiente de la serpiente en Acción: Caín se convierte en la manifestación de la "simiente de la serpiente". No genéticamente, sino espiritualmente. Juan lo confirma en 1 Juan 3:12: "No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano".
- Conclusión sobre Eva: Eva se convierte en la "madre de todos los vivientes" (Génesis 3:20), sí, pero de vivientes caídos, mortales. Su vientre es la puerta de entrada por la que la raza adámica, con su naturaleza corrupta, comienza a poblar la tierra. Ella es la matriz de una humanidad bajo sentencia.
2. María: Matriz de una nueva creación humana
Ahora, avancemos miles de años y veamos cómo Dios usa la misma figura para revertir la historia.- El cumplimiento de la profecía: Génesis 3:15 no habla de "la simiente de Adán" ni de "la simiente del matrimonio". os habla de "la simiente de la mujer". Es una frase única en toda la Biblia. Durante siglos, esa promesa quedó flotando en el aire.
- La entrada del nuevo Adán: Pablo, en Gálatas 4:4, nos da la respuesta: "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer...". ¡Ahí está! La profecía se cumple. El nuevo Adán, el que va a romper la obra del primero, entra al mundo a través de una "mujer".
- El contraste perfecto:
Eva dio a luz a un asesino (Caín), iniciando la propagación de la muerte.
María dio a luz a un Salvador (Jesús), iniciando la posibilidad de la vida eterna. - Conclusión sobre María: Su vientre es el lugar donde el Espíritu Santo engendra a la simiente santa. El "Segundo Hombre", el "Señor del cielo", toma forma humana para salvar al mundo.
La simiente que lo cambia todo
Jesús es la "simiente" de la que habla Génesis 3:15. Un hombre específico.Pero esa simiente, aunque nace del vientre de una mujer, es un hombre del cielo.